Nuevos modos de habitar la ciudad contemporánea: ganadores del Concurso Nacional de Ideas y Masterplan “Vivienda Urbana Sostenible”
Primer Premio
Fue otorgado al Arq. Leonardo Lahun y sus colaboradores Arq. Bernardo Quattroni, Arq.
Alfredo Hopp e Ing. Eduardo Vega. Su propuesta se basa en la creación de un zócalo
público sobre el que se ubican edificios que resuelven programas comerciales,
gastronómicos, deportivos y culturales en planta baja; y las unidades de viviendas en los
niveles superiores. ¿Por qué un zócalo? Para lograr conectar la trama urbana existente y
los alrededores del Parque Central.
En cuanto a su implantación y escala, se resuelven a través de diferentes estrategias. En el
norte, con tres barras bajas que se corresponden con la altura de los edificios existentes. En
cambio, hacia el sector sur, donde ya no existe un entorno bajo consolidado hacia el oeste y
nos encontramos de frente con la escala del parque central, el proyecto responde con dos
torres articuladas por una plaza.
Si hacemos foco en las barras, la estructura está resuelta a través de un sistema de pórticos
de Hormigón Armado en ambas direcciones, siendo este sistema el que organiza todo el
programa en el interior del edificio. La clara coordinación entre programa y estructura en
todo el proyecto, permite colocar cielorraso suspendido solo donde se agrupan los servicios,
dejando en el resto de los espacios la estructura a la vista, tanto losas como vigas,
disminuyendo de este modo muchos rubros y terminaciones en obra, persiguiendo una gran
economía en los recursos a utilizar.
En relación a las torres, su estructura es resuelta a través de un núcleo central y un sistema
de tabiques perimetrales también de Hormigón Armado que rigidiza todo el edificio. Sobre
este sistema principal apoyan las vigas que conforman pórticos en ambas direcciones. Al
igual que en las barras, el sistema de pórticos, ordena todo el programa en el interior del
edificio.
Finalmente, es necesario resaltar que toda la estrategia del proyecto general un sistema de
espacios intermedios en altura a modo de balcones, con la incorporación de persianas
verticales que permiten controlar la incidencia solar. Transformando este espacio en una
gran cámara de aire que permite el confort interior.
Segundo Premio:
El segundo puesto del podio fue ocupado por el Arq. Nicolás Guerra, Arq. Fernando
Zingaretti, Arq. Carolina Virdó y Arq. Franco Sandes.
Su proyecto genera la condensación de la masa edilicia en 3 bloques, con una altura de 45
mts en los sectores más altos, dando lugar a una nueva silueta urbana de todo el sector.
Esta tipología respeta los lineamientos normativos de proporciones de torres, pero de una
forma alternativa, planteando una innovadora estructura urbana que prioriza el espacio
público, la vegetación, los lugares de encuentro social y devuelve al peatón su importancia
como habitante de una ciudad contemporánea.
Con el objetivo de mantener el máximo espacio público, se decide ubicar la nueva masa
edilicia lo más alejado posible de las construcciones existentes vecinas para lograr una
mejor privacidad y mayor seguridad. Por otro lado, al condensar el programa solicitado en
unas 3 grandes torres con patios interiores, se logra alcanzar una pisada de 3.874m2 (FOS
de 29,2%), liberando una mayor cantidad de superficie para espacio público. Esta decisión
permite la generación de un nuevo parque lineal norte-sur, ubicado entre el tejido urbano
existente y la nueva arquitectura, como pulmón verde del barrio. También, se propone la
generación de una plaza pública al norte del terreno, ideal para ser utilizada en eventos o
como sitio de encuentro para los vecinos de la zona.
En cuanto al desarrollo tipológico de las distintas unidades, se basa en la idea de que las
viviendas ya no son únicamente espacios para la reproducción, si no también lugares
productivos. Además, dentro de las posibles distribuciones de las unidades, se plantea una
alternativa de co-housing experimental para que no sólo familias tipo sean las que
compartan una misma unidad, si no también otros tipos de unidades de convivencia que
deciden vivir en el mismo lugar.
Todas las unidades proyectadas están dispuestas hacia un espacio exterior adecuadamente
aireado (algunas a la calle y otras hacia el patio central). En los sectores ubicados hacia el
sur se proyectaron unidades pasantes (con doble orientación) obteniendo en las mismas un
alto grado de confort en cuanto a orientación y ventilación cruzada.
La sustentabilidad también juega un rol importante. El proyecto propone el uso de la
ecología como base para el diseño de sistemas integrados en todos los edificios, no sólo
para producción autogestionada de alimentos, si no también la implementación de
tecnologías apropiadas en un marco de desarrollo comunitario.
Tercer premio:
Finalmente, el tercer y último puesto lo integran: Arq. Nicolás Bozzano, Arq. Daniel Gelardi,
Arq. Agustina Gelardi, Arq. Federico Inchauspe, Arq. Lara Ortega, Arq. Flavia Ortiz, Arq.
Marcos Polchowski y Arq. Daniel Silberfaden.
Su propuesta consiste en un modelo de torre horizontal que envuelve las preexistencias y
abre las coordenadas del espacio en las direcciones predominantes. De esta manera el
dominio público está vuelto a aparecer y el dominio privado se libera en vertical por medio
de torres exentas pero vinculadas por la extensión de una terraza jardín. El esquema
termina por resolver la diferenciación de dominios entre lo público y lo privado controlados
por la diferenciación de estratos.
De esta manera, el proyecto integra dos dimensiones del espacio urbano, el espacio público
en el nivel 0 y un espacio privado a partir del sobre y bajo rasante. A su vez esta impronta
de integración lo ha de convertir en un elemento clave en la ordenación de los espacios
urbanos adyacentes y el contexto inmediato. El diseño de la estructura horizontal flexible e
integradora favorece el intercambio del edificio con la ciudad y el paisaje, a modo de umbral
urbano. Este edificio horizontal se va adaptando a toda el área disponible creando espacios
abiertos y cerrados.
En el sentido vertical, el sistema incluye cuatro torres de máxima altura por normativa. En
efecto, según la escala territorial, la verticalidad responde a la relación geográfica
paisajística predominante de la ciudad, dominando la rasante horizontal hacia los cuatro
cardinales.
Como idea general, la propuesta alienta el uso colectivo de los espacios comunes,
favoreciendo el encuentro y eludiendo la idea de que un espacio común sólo es para
circular.
Una propuesta que nos invita a considerar cambios en la manera de concebir la vivienda:
una estructura permanente y otra flexible de espacios sin jerarquías preconcebidas,
adaptable a edades, hábitos y nuevas necesidades de sus ocupantes.